VII. Naturaleza y arte
A la Naturaleza llamaron los vinniguláza creación (guendanaka).
Consiguientemente, toda cosa natural es algo creado o hecho absolutamente, esto es, sin tener materia (ex nihilo).
La obra de arte, por el contrario, es cosa transformada, vuelta otra o revestida de nueva forma, pues el hombre, dicen, “no crea” yaka hruni-xee sino que “una cosa la vuelve otra”: la palabra poesía; el sonido música; la piedra escultura; el color pintura; etc., etc.
Es decir: lo que hace el hombre es “humanizar” la naturaleza, revestirla de espíritu, obligarla a hablar. El universo es un inmenso oráculo que encierra el destino del hombre; es tameme de verbo en potencia que pasa al acto por obra de arte.
Imitar a la naturaleza nó, sino transformarla mediante el arte y la técnica.
La creación humana es, en todo caso, no “ex nihilo” sino “ex materia”.
A tal altura metafísica había remontado ya el vuelo de su pensamiento que pasma y asombra, acostumbrados como estamos, en no ver en estos pueblos mas que barbarie. Comoquiera, el batir recio e impetuoso de su numen ha llegado hasta nosotros y nos ha hecho sentir su fuerza y virtud, su poder de abstracción. Es que mamaron de los pechos de guenda la leche del espíritu.